El comandante Zane Deston de Prillon se complace en informarle a Hannah que es su compañera. Exige su sumisión, pero calla sus propios deseos, temiendo que sean demasiado oscuros e intensos. Hannah huye al percibir que él esconde una parte de sí. Zane debe abrirse a ella si quiere recuperar su confianza y dominarla para siempre.