Como seres humanos, nuestra escasa previsión acerca de dónde derivamos nos deja asombrados con un conocimiento limitado de la Inteligencia Universal. Nuestros diversos sectores y tradiciones aprendidas son en parte el motivo del desconcierto. Las verdades sencillas son opiniones pragmáticas y extractos de información y experiencias aprendidas. Aunque los humanos se enfrentan al reto de permanecer conscientes, las aflicciones modernas promueven la exposición de nuestras condiciones y prácticas cotidianas de vida.