En Ana visita las tierras de la ternura, los autores, con pasmosa sencillez, naturalidad y gracia, nos llevan por un atrevido y mßgico viaje que hace una ni±a poco convencional (como deben ser siempre los ni±os) por el mundo de las contradicciones y de la vida cotidiana, que muchas veces vivimos y pocas veces cuestionamos.